Como padre de familia que con mucho esfuerzo mantengo a mi
hijo en la PUCP, me encuentro muy preocupado por el desenlace que ha provocado
la terca y “criolla” postura de las autoridades universitarias actuales y
antiguas. Por lo que se, en el año 61 del siglo pasado, unilateralmente y a espaldas
del Vaticano, se inscribieron en Registros Públicos con el nombre que les cedió
la Santa Sede y estatutos antojadizos lejos de la aprobación de la iglesia. Hasta
aquí, en mi humilde modo de ver el problema, no es más que una práctica muy
peruana, semejante a la que sucede cuando alquilas un bien como propietario (casa
o departamento) a algún avivato y éste con su recibito de agua o luz, se va a
Registros Públicos a inscribirlo como suyo, dejándote de lado y quitándote
todos tus derechos como dueño. Esto sucede con frecuencia en el Perú y despojan
a mucha gente de sus propiedades “legalmente” y la incomprensible justicia
peruana, le va a dar la razón a los usurpadores ante la desesperación de los verdaderos
propietarios del bien.
Éste tal Rubio como Rector
La está haciendo de destructor
Como buen “caviar” y obstructor
Ha traicionado a su benefactor
Pone a Cipriani como actor
Cuando El Vaticano es el factor
De reclamo y traductor
A enmendar el colector
Desconociendo el Derecho Canónico y el testamento de Riva - Agüero
(quien cedió sus bienes y propiedades para usufructo de la Universidad), ésta
se ha convertido en el kit del asunto. Por un lado, con justo derecho la
iglesia católica reclama participación en la conducción de la prestigiosa casa
de estudios como corresponde a un acápite del referido testamento. ¡Pero no! Taimadamente
y con la vedada dejadez de la iglesia peruana, las autoridades de cuando los “socialistas”
y ahora los defensores del “medio ambiente” tomaron la conducción de la PUCP, han
renegado del protectorado de la Santa Sede y elaborando “autónomamente” unos
estatutos a su gusto, se inscribieron en registros de propiedad legal e
intelectual y punto. Por el otro lado, lamentablemente el cardenal
representante del Papa en el Perú y por ende portavoz de la demanda, tiene
tantos detractores y anticuerpos que de antemano, causó antipatía en quienes
sin conocimiento y por deducción simple, decían “Cipriani, se quiere apoderar
de la Católica”. Lo cual no es cierto.
Lo que causa un testamento
Es un tremendo lamento
Se desconoce el juramento
Ante la tumba y monumento
Riva – Agüero en su momento
Legó todo en fundamento
De una entidad de fomento
Que liquide tanto jumento
Pero no ha sido así, con nerviosa y cínica sonrisa, Marcial
Rubio a sabiendas que está en falta, trata de patrocinar la “legalidad” de su
defensa, omitiendo que la “criollada” de las autoridades de entonces, es éticamente
indefendible, es dolosa, es tramposa y sobre todo vergonzosa. ¿Qué implicancia tendría adecuarse a lo que
solicita la Santa Sede? No creo que sea grave ni letal para los alumnos, que
cándidamente han creído las quimeras de su Rector y enfrentan una encrucijada
de emociones subjetivas. Sin el título de Pontificia ni Católica, ésta universidad
no sería NADA, perdería sus vínculos con
todas las universidades católicas del mundo y otras prestigiosas universidades
que por patrocinio del Vaticano mantiene. De que serviría mantener con
altísimas pensiones de estudios a quienes reniegan de tu fe y más bien se
enfrentan a ella. Francamente, como padre de familia con un desenlace que nadie
quiere y quedando ésta como “Universidad del Perú” no le sirve de nada en el
futuro profesional de mi hijo.
En la PUCP gobierna la izquierda
Por eso es que la razón, no concuerda
Se les ha roto la mancuerda
Con decisiones de ley lerda
Nadie coincide ni acuerda
Mantener el sebo de la cerda
Hasta que se rompa la cuerda
Y se vayan a la mierda…
Que les perece.
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