domingo, 10 de octubre de 2010

CRÓNICAS DE LIMA - El nobel de Mario

EL NOBEL DE MARIO

No puedo explicar lo que realmente significa este cosquilleo que tengo en el estomago, desde que escuche en la radio entre dormido, despierto e indefectiblemente incrédulo, la nominación de Mario Vargas Llosa, como premio Nobel de Literatura 2010. La noche anterior había estado en una reunión partidaria y mi lucidez no era de las mejores en este momento, luego de sendas copas de buen pisco y otras emociones que embriagan indefectiblemente, seguí porfiando con el sueño que luego de varios intentos vanos, se vio interrumpida  por Liliana, mi esposa y compañera, comentando la importancia de la noticia. Ni vuelta que darle, ¡era cierto!

Como Mario mismo lo dijera
Lo excitaron en sueño y flojera
La noticia como candil con ojera
Más repiqueteaba a lagartijera
Isis, como buena mensajera
Y toda la prensa extranjera
Alegraban mi mente viajera
Con luz y verdad justiciera

Y es que para ser sincero, Mario no es apóstol de mi “última cena”. Tal vez desde el deslinde de mis simpatías juveniles con Cuba y Fidel, se me grabó claramente su rictus de soberbia y clarividencia que me ofendía y que se vio reforzada cuando asume la candidatura a la Presidencia con el movimiento Libertad fallidamente. Los premios y laureles coronaban su inteligente mente y aún mi desaire no lograba disolverse. Una obra tan vasta y fructífera era un bocado provocativo para devorarlo con avidez con los ojos, pero me resistía tozudamente, tratando de resarcir su irreverencia a la revolución y que hoy percibo y como buen cristiano, acato.

El escribidor como buen visionario
Previó el destino del revolucionario
Estranguló su boina de legionario
Y a Fidel lo puso en el confesionario
El idolatrado líder libertario
Se devaluó como un denario
Abandonando su ideario doctrinario
Hoy es un fósil cavernario

Y es que una vez más, como en tantas decisiones de su vida, Mario acertó. Desde la caída del muro de Berlín y aún mucho más antes, su férrea defensa de las libertades individuales contrarias a toda dictadura, trazaba un paralelismo con mis ideales de vida, pero mi resistencia a aceptarlo como lumbrera de la literatura mundial, no cuajaba en mis más ocultos sentimientos.
Hoy puedo confesar con vergüenza e incredulidad, que la única razón de mi diferencia es nuestro origen, nuestra idiosincrasia, nuestra oriunda peruanidad, nuestra tan mentada pasioncilla tan característica en todas nuestras razas, esa zancadilla vedada que tratas de darle al que te aventaja, esos estúpidos celos que rompen pasiones y quiebran corazones… no tengo otra explicación y perdonen mi franqueza.

Pantaleón y las visitadoras verás
La fiesta del chivo sobre el gras
Conversación en la catedral atrás
Excitaban a Los cachorros de más
La casa verde en brindis de aguarrás
La tía Julia y el escribidor barrabas
Con La Ciudad y los perros temblaras
Quien mato a Palomino Molero? Dirás

Un escaparate tan repleto de lauros y trofeos sin par, esperaba la cereza para coronarse de gloria, de eternidad, de inmortalidad. Ahora que el esfuerzo de este hombre se reconoce y se hace pública su trayectoria, encuentro una devoción incansable de entrega y dedicación por las letras. Desde muy joven Mario, se integró al periodismo y sus amigos de entonces, lo delatan como un predestinado en la escritura, la lectura y el trabajo indesmayable. Pulsador pertinaz de teclas que crean, que producen, que dan vida a personajes arrancados de su fértil pensamiento, este honorable peruano se ha ganado un lugar en la gloria de los elegidos, en el olimpo de los iluminados, en el sagrado templo de las deidades celestiales que mi profana dentera no mella ni importa.

Premiado con el Nobel de literatura
Vargas Llosa, nuestro guía en cultura
Enemigo obstinado de la dictadura
Premiado es, por la magistratura
Creador licenciado en buenaventura
Supo enderezar la curvatura
Siempre infiel de la desventura
Su genio lo llevará hasta la sepultura

Que les parece

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