miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿NAVIDAD? O VANIDAD


¿NAVIDAD? o VANIDAD

Ad portas ya de una nueva fiesta navideña, no se si mirar al cielo y agradecer al altísimo por los favores recibidos, por la unidad de mi familia, por la salud de mis padres o el talento de mis hijos, la fidelidad de mis amigos o esperanzar a mi acongojado corazón por las desigualdades de la vida, por las necesidades de tantos y tantos niños, por el llanto mudo de tantas infortunadas madres, por el crujir de mil estómagos vacíos, por la esperanza rota de las niñas como la muñeca esa que nunca llegará a sus manos, o la impotencia estéril de tantos padres que al borde de la desesperanza y el sacrificio, esconden su lagrima y tercamente persisten en buscar un cachuelo para “siquiera” comprarle un carrito de plástico a su vástago, que colme sus expectativas por la llegada del niño Dios. Tantas veces me he preguntado porque el flaco que todo lo puede y todo lo ve permite esto, porque tantas diferencias y tanto dolor incomprendido, porque unos tienen de todo y tanto, que hasta un auto verdadero “de regalo” ya ni los emociona, porque mientras unos no pueden ni visitar a su madre en provincias, otros se van a “broncearse” al caribe u otras playas paradisíacas, no digo que esté mal porque al fin y al cabo, es el fruto de su trabajo, de su oportunidad, de su esfuerzo… pero, hay también otros que se esfuerzan tanto y sin oportunidades, no colman sus mínimas necesidades.

No puedo ocultar mi disgusto
Por tanto destino injusto
Lejos del confín fausto
Ahogados de dolor y susto
Dios a Moisés desde un arbusto
Le dijo que era un padre justo
Me parece ahora vetusto
Este presente, no es de mi gusto

Los que pueden todo lo tienen, tal vez muy en el fondo no les interese la navidad como la llegada del salvador del mundo, sino mas bien la ocasión exacta de saciar su vanidad “para la envidia” de los vecinos, contagiando y sobre todo envenenando a sus hijos este sentimiento negativo y desvirtuando el verdadero mensaje de un advenimiento navideño, conozco de madres “calabazas” que monetarizan sus regalos y enfrentan a sus parejas porque los presentes que él propone son “una porquería” sin valor ni bonitos, ellas mas bien piensan adquirir “todo importado”, como si hoy eso fuese sinónimo de calidad y valía, hay muchos ejemplos que mostrar como productos tóxicos e impropios para niños y bebes incluso, pero el alienamiento no permite razones lúcidas ni menos soluciones prácticas que bien pueden satisfacer a sus retoños y sobre todo a sus bolsillos. Los TLC con diferentes países como China, EE UU y otros “tigres” del Asia, permiten que nuestros mercados revienten sus escaparates de las cosas mas lindas y vistosas “recién saliditas”, el colorido y la variedad de juguetes es simplemente sensacional e irresistible, las novedades de “lo último” manipulan las más severas voluntades y finalmente, terminamos alineados y alienados, cualquiera que sea nuestra condición económica.

En mis tiempos mi carrito
Llantas de chapas y barrito
Tan resistente y bonito
Era un regalo bendito
Hoy todo eso es un mito
Porque hasta el hijo chiquito
Si no le dejas un robotito
Eres un padre maldito

Pero, hasta mi relato se ha centrado en la calidad de los regalos, en la capacidad de compra de las familias, así tengan un trabajo seguro o un cachuelo, e inconcientemente me he alejado del verdadero sentido de la navidad, todos (y me incluyo en ello) sabemos que la navidad debe ser una fiesta de alegría y paz, de unión familiar y entendimiento, de esperanza y amor, de la llegada del niño Dios, de Jesús, del Redentor del mundo, pero… muy pocos se acuerdan de ello en el momento exacto, muy pocos elevan una oración de agradecimiento y redención al Padre Dios por darnos la alegría de la divinidad de su primogénito en la tierra, mas bien todos o casi todos, somnolientos los mayores y ávidos los niños esperan las doce campanadas del nuevo día, para sorber un chocolate extremadamente caliente, dulce y viscoso, acompañado de un pan azucarado llamado panetón y desabrido pavo para correr a dormirse los primeros y destrozar los regalos los segundos, los jóvenes mas avezados hielan sus chelas como si hubiese nacido su propio hijo pero en vientre de alquiler, porque no es el caso en un nacimiento verdadero, ya que los gastos que provoca un bebé son tantos que los padres por mas que se preparen nunca alcanza para la atención del nacido.

La navidad de mi tío Donato
Consiste de un solo plato
Café frío y pan calato
Productos de lo más barato
Porque el verdadero neonato
Nacido en diciembre en su “jato”
Al pata le salió mulato
Producto de su vecino, el chato

Lo cierto que el mundo cristiano en todo el planeta, celebran las navidades de la mejor manera, ayuntamientos y gobiernos retan la imaginación de publicistas y productores, exigiendo exclusividades sin importar los costos que demanden ¿tuvo María las comodidades básicas para parir?, luces de todas las formas y colores sobredimensionados y extensos, ¿acaso el sombrío y frío pesebre que cobijó a José y María tuvo toda esa brillantez?, desarrollan ideas capaces de cubrir toda la imaginación de un humano, aptos para soñar con los ojos abiertos y el pecho a punto de estallar como las bombardas multicolores que pintan el cielo a la medianoche, (solo una luminosa estrella guió a los Reyes Magos hasta la humilde cuna de paja que abrigó al niño Dios) un verde y vistoso pino simboliza la navidad… ¿hubo pino en Jerusalén?, el muñeco de nieve en la puerta de tu casa o ventana menciona navidad ¿alguna vez hubo nieve en Galilea? no reniego de la forma de celebrar las navidades, pero el mercantilismo y la sagacidad de los grandes almacenes han trastocado el sentir navideño, muchos niños mas esperan a “papá Noel” y no a Jesús, muchos niños y adultos también crecen sin renovar su fe y esperanza en el Nazareno.
Sea cual fuese el caso, pensemos que cerca de la mitad de la humanidad vive en la extrema pobreza y que entonces no se para que sirvió la llegada de Jesús, la vanidad del dinero está ganando la batalla a la solidaridad, la lujuria y el sodomismo se apoderan sistemáticamente de las generaciones venideras, nuestra casa llamada tierra se muere por causa de nosotros mismos, nuestra tecnología y modernidad esta devastando nuestros bosques y derritiendo nuestros glaciares, el agua se acaba en el planeta y el hombre parece no darse cuenta, con este horizonte… no hay nada que celebrar.

A paso lento y cansino
La tierra se muere sobrino
A nadie le importa un comino
Siendo el hombre, su asesino
Como ganado caprino
Guiado por zagas ladino
Caemos al abismo cochino
Desgarrando mi corazón andino

Que les parece

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