ESTIRPE DE CAMPEONAS
Cuando en el deporte en general, nos ahogábamos con el futbol mediocre y racista de Chemo del Solar y su socio el impresentable Burga, viejos laureles de gloria reverdecen con un puñado de gladiadoras y valientes muchachitas de 18 abriles, que nos hinchan el pecho en cada mate en la net alta. Desde el sempiterno Akira Kato y su inolvidable equipo de pioneras que coqueteaban con los éxitos, Sarita Pinedo, Pilancho Jiménez y Lucha Reyes como representantes del largo y glorioso génesis de posicionamiento del voley peruano, nos acostumbraron a reír y saltar extasiados de conquistas en las canchas donde dejaron su sudor y la naciente estirpe de campeonas a nivel sudamericano, donde Brasil era nuestro punto y el único team que nos hacía pelea
Cuando en el deporte en general, nos ahogábamos con el futbol mediocre y racista de Chemo del Solar y su socio el impresentable Burga, viejos laureles de gloria reverdecen con un puñado de gladiadoras y valientes muchachitas de 18 abriles, que nos hinchan el pecho en cada mate en la net alta. Desde el sempiterno Akira Kato y su inolvidable equipo de pioneras que coqueteaban con los éxitos, Sarita Pinedo, Pilancho Jiménez y Lucha Reyes como representantes del largo y glorioso génesis de posicionamiento del voley peruano, nos acostumbraron a reír y saltar extasiados de conquistas en las canchas donde dejaron su sudor y la naciente estirpe de campeonas a nivel sudamericano, donde Brasil era nuestro punto y el único team que nos hacía pelea
Con cada punto de Pilancho
Mi primo hermano Gil Pancho
Se vacilaba como un chancho
Sin ser nunca un zafarrancho
En la cantina de Don Sancho
A todo lo extendido y lo ancho
Del país que yo nunca mancho
Lloramos juntos con Juancho
Después vinieron otras manos de combate y entrega, Meche Gonzáles como mascota y figura, de un nuevo recambio que condujo el Gran Man Bo Park como estratega, descubrió a una niña alta y rubí linda llamada Gaby, que junto a la “Zurda de Oro” Cecilia Tait y la jamás derrotada e irascible Natalia Málaga entre otras inmortales jugadoras, arañaron la gloria en las Olimpiadas de Corea, en un inolvidable partido con la entonces URSS, que lo tuvimos al alcance de las manos para asirnos la presea dorada… hasta hoy, lloramos esa derrota, pero para el pueblo peruano supo a eternidad, a inmortalidad, a perpetuidad, y las recibió al regreso de esa justa mundial, como se recibe un ser amado, con la alegría y el amor de un labio enamorado, con el agradecimiento imperecedero del peatón de a pie, con la lagrima sincera de la humilde ama de casa que madrugaba soplando el fogón de leños para verlas jugar, con el puño estrecho y blandido como espada libertaria que ha luchado en mil combates.
Lo que pasó en la lejana Corea
Es un todo que la voluntad florea
Una pizca de la gloria etérea
Una lagrima que mi faz recrea
Tal vez si la Diosa fortuna
Me castigue por ser un jijuna
Sin culpa, las tengo a ninguna
Reserva hay, creciendo en la cuna
Luego vino un aturdimiento de oscurantismo y derrotas que hasta Venezuela y Argentina nos ganaban partidos, Chile que se embalaba para estar a nuestro nivel de zócalo y mientras tanto la desorientación y el trastorno generacional mal planificado mostraban su cara más cruda, la indiferencia de la gente se conformaba con el recuerdo de esa épica jornada y no pedía mas, perdonaba a unas inmaduras y tiernas matadorcitas que a punta de empuje y empeño, trataban de emular la hazaña de las mayores.
El primer clarinazo la dieron Miriam Baella como Capitana de una nueva generación de ganadoras, clasificando para el Mundial Sub 18, con garra y amor propio, escalaron por las pendientes empinadas del encanto, hasta adueñarse de un consolado 6to puesto; aún con olor a pubertad y reclamando a mama en las noches, estas indomables peruanas, traídas desde Bagua y Arequipa, de Tarapoto y el mismísimo Callao, nos hicieron voltear la cara, para mirarlas aún incrédulos, de lo que su gloriosas manos estaban haciendo en la fabulosa Tailandia, dejando en encamino a la poderosa China, superando a Turquía, con victorias día a día.
Estas niñas con su entrega
Se manifestaron en la brega
Revelando su dormida mega
Anunciando nueva siega
Sin despertar la sorpresa
De advertirlas color fresa
La tía Lourdes que es obesa
No rebota, solo besa
Aún con la miel en los labios, Leyla Chihuan y su corte, clasifican al mundial de voley a jugarse en Tokio el 2010, superando viejos traumas que no nos dejan despegar del todo, conseguimos el boleto para esa justa, que alberga lo mas graneado de la net alta; pero a despecho del corazón satisfecho, una vez mas la ahora asistente Natalia Málaga, se engrapo en eterno abrazo con la Capitana de la categoría mayores, entre lagrimas que todos los peruanos entienden, tal vez en su invencible espíritu esta noble rubia, se tomaba una incipiente revancha, que solo ella espera lograr, como representante de esa descendencia de chicas bravas e indómitas, que esperan lograr la cima.
Entre ajos y cebollas, empuja ella al equipo, alienta desde la banca y traduce un incomprensible idioma del lejano oriente, en estrategia y consejo para ganar cada game, esto me trae a la memoria, una lección que aprendí en la vida, en la brega diaria de la cruda calle, en la esquina en el parque, en tu escritorio o laboratorio, allí donde la enseñanza del aula no alcanza, ahí donde la práctica es mas que la teoría… “no es suficiente brindar nuestro máximo esfuerzo, hay que superar ese limite, traspasarlo, solo después del supremo esfuerzo, esta la verdadera gloria”.
Que instinto tienen esas férreas manos
Que nos ensalzan a todos los peruanos
Haciéndonos creer más que humanos
Confundiéndonos llorosos como hermanos
De abrazos y gritos nos alimentamos
Con coraje y valía las apreciamos
Con sus triunfos más nos agrandamos
Y por sobre todo, las amamos…
Seguro estoy que con este envión, la abatida fe de los deportistas, tan vapuleada por el deporte rey por tanta derrota, tiene una luz de esperanza, tiene expectativa a corto plazo, ya el mundial esta a la vuelta de la esquina, ya las gargantas prestas están para el grito, listas también para el brindis, ajenos al sacrificio de estas guerreras, que aguzan el temple en la fragua secreta del anhelo escondido, en el sacrificio, en la entrega de cada entrenamiento, en el íntimo convivir de partido en partido, ahí donde nadie las aplaude, en ese inmenso rectángulo que es su campo de batalla, mañana al rayar la aurora, habrá un nuevo grito como arenga, y un susurro oculto como rezo.
La gloria que destaca la batalla
Con el sudor que dejas en la malla
Mi orgullo en la vida nadie acalla
Pequeño soy a tu colosal talla
Mostrando tu guerrera agalla
El enemigo ante ti siempre falla
Chocando inerte ante tu muralla
Mi grito de fe siempre estalla
Que les parece
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