lunes, 21 de marzo de 2011

CRÓNICAS DE LIMA - Héroes de Fukushima

HEROES DE FUKUSHIMA

Para nadie es un secreto el arrojo y patriotismo de un japonés. En la traidora incursión de Pearl Harbor el 1941 y otros combates de la segunda guerra mundial, hubo kamikazes suicidas que al reponerse EE UU de cualquier ataque sorpresa y contra atacar sus aviones o barcos, estos se lanzaban directamente sobre objetivos claros y escogidos. En la isla Oahu en Hawai, el gigante americano sufrió en carne propia los estragos de una conflagración mundial, producto de la insana del orate de Hitler.
Hoy, luego del terrible terremoto en el archipiélago asiático, otros motivos llaman la atención del mundo, y es que un puñado de trabajadores de la malograda central atómica de Fukushima, se baten frente a frente con la terrible y mortal radiación que escapa de los reactores afectados.

Que tiene un héroe en el corazón
Que aflora del profundo abazón
Que rompe y trastorna la desazón
Después de tan espantoso remezón
La muerte que fluye del mortal tazón
No asume complacencia ni razón
El uranio escapado del caparazón
Ha roto nuestra fe y su armazón

Pero ahí están estos hombres de ojos rasgados enfrentando a la muerte, en un ambiente de 400 millieserts, cada quien piensa en la esposa que dejó, en el padre que silenciosamente espera su regreso, en el hijo que guarda la esperanza de abrazarlo algún día, en el tierno beso de una hija que sonríe orgullosa de su padre, en el hermano leal que comparte sus descansos o simplemente en el vecino que acompaña una tarde de sumo. Tal vez a partir de ese momento ya nada será igual ni mejor, solo peor; tal vez nunca más regrese, o su regreso estará vedado para el abrazo del hijo, para el beso sensitivo de la hija, para el mimo sincero de su mujer, para el apretón de manos de su padre o de su hermano. El riesgo de contaminarse de radiación es muy alto, con las secuelas que trae este contagio. La vida de estos sacrificados hombres solo tienen un camino, la de la desolación, del dolor y la desesperanza. Con todos los adelantos de éstas y otras potencias mundiales (Rusia en Chernobyl) no son capaces de “curarlos” a ellos y menos pueden aliviar el sufrimiento de sus familiares

Que gran desprendimiento de estima
Que su propio sentimiento ultima
Su apellido y orgullo legitima
Pero a su familia victima
Aún con el sufrimiento en la cima
En un intenso e insensible clima
Con un arrojo que lastima
Luchan los héroes de fukushima

¿Que los impulsa a quedarse?, tal vez sea el fuerte sentimiento del deber, un enérgico impulso de sacrificio por la humanidad o su pueblo, o tal vez sea “solo” disciplina… sea lo que fuere, estos seres anónimos cuyos nombres no han sido revelados, viven ellos y sus familiares un momento especial y único, el limbo de los elegidos solo necesita de un segundo para acceder, para entrar a ello, a la historia y al corazón de los hombres del mundo.
Uno de los que voluntariamente dieron un paso adelante para quedarse fue un obrero de casi 60 años cuya jubilación estaba a la vuelta de la esquina; su hija al enterarse que papa no vendría a casa, lloro de amargura tal vez, pero luego reaccionó y pudo comprender la conducta paterna y su pecho se inundó de desbordante orgullo. Otro padre al enterarse que su hijo había decidido cumplir con su obligación de quedarse para atender las necesidades después del terremoto y que a pesar de los peligros que entrañaban la fuga de los gases tóxicos de los reactores dañados, se levanto en silencio de su sosegada hamaca y miró el horizonte, busco en su perdida mirada el rictus de su amado hijo y pudo verlo batallando en sacrificado gesto no solo por su patria, sino por el mundo, su accionar era de resolución y firmeza, no había ninguna duda en su labor, en su trabajo, en sus movimientos… entonces se sentó nuevamente en el confortable y respiro profundamente, se acomodó con un cojín en la espalda y comenzó a mirarlo desde niño, desde cuando él lo llevaba al colegio, al parque, al coliseo; una silenciosa lagrima rodó por su mejilla y tragó un poco de saliva… en ese momento supo lo bien que había educado a su hijo, miró su reloj esperando que el tiempo vuele como su imaginación esperando el ansiado abrazo con su descendencia cualquier día… a partir de mañana.

Cuando el sentimiento del deber desborda
Por la patria y la familia el ego engorda
Lo negativo se arroja por la borda
Porque eres el pensante de la horda
A pesar de esa culpabilidad torda
Nada impide un amargo nudo corda
Es la afirmación del sursuncorda
Porque para esto, la razón es sorda

Que les parece

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