UNA MUERTE MÁS… SI IMPORTA
Hoy como nunca, la sangre brota a borbotones en los dolidos corazones peruanos, una racha de suicidios sacude Lima, un tsunami de asesinatos arrasa vidas y desgarra las dolidas almas de parientes, amigos y publico observante como yo. Ayer, en el portón de lata de un taller que funge de astillero para reparar naves pesqueras en el movido barrio de Corongo en el Callao, un humilde portero que el día anterior había festejado su cumpleaños fue acribillado de 9 balazos en el cuerpo ¡a sido confundido! Dicen los más benevolentes ¡es un ajuste cuentas! Aúllan los agoreros de siempre, y los periodistas ávidos de sangre, dolor y llanto (eso vende) informan a su manera tratando incluso de lapidarlo con el cartelito de tramposo como justificación y que el cachudo marido de una desdichada mujer, ofendido y sagaz ha reivindicado su honor mellado… ni lo uno, ni lo otro. A un costado de los curiosos, un hombre maduro y entrecano < su padre>, mirando al cielo y con el puño apretado, lloraba sin consuelo, reclamándole a Dios por esta injusticia, sin lagrimas ya que derramar, esta escena simboliza lo aberrante, lo antinatural que es para un progenitor, enterrar a su propio hijo
Cuando un padre entierra a su hijo
Ha de tener valentía en el alijo
Porque cual Jesús en el crucifijo
Su dolor martilla al regocijo
Con la inmensa pena de sufijo
La hedionda muerte, traidor cortijo
Saca su guadaña desde su escondrijo
Para quebrar la suerte en acertijo
No se que pasa por la mente de estos desafortunados habitantes de Perusalen, que en un minuto de sórdida locura, acometen en contra de su propia vida o en horripilante desenlace, atentan también contra sus seres queridos.
Un comprensivo y trabajador esposo que tuvo que viajar a provincias porque el Lima no tenía posibilidades de ganar lo que le pagarían en donde esta, regresa de pronto luego de tres meses y las lenguas viperinas de las magalis de barrio, lo envenenan en “one” con chismes y diatribas que el pata cuando atraviesa el dintel de su casa, tiene una sola idea fija en su enfebrecido cerebro, suma a este cuadro una fugaz indiferencia que ha notado en su adorada mujer y entonces empieza la danza macabra de la venganza e incluye en ella a sus vástagos que inocentes y ajenos, van y vienen de la escuela, cualquier noche próxima emponzoñado de licor y mas “verdades” asesina a sus hijos, mata a la desdichada madre y luego se descerraja un fatal tiro a la altura de la sien derecha, para “vengar” el desengaño de su pareja, llevándose también consigo a sus angelitos que nada tienen que ver en esos líos de convivencia
El licor es muy mala compañera
Para menguar la maldita ponzoñera
Es mejor con pose señera
Evitar la terrible cañonera
Caminando por la costanera
Olvida el apego de la ternera
No la tengas jamás prisionera
De tus pasiones traicionera
Una joven madre, con la ternura que solo tienen las embarazadas y la muestran no solo en su abultado vientre sino también en la mirada, acariciaba su piel ventral en coloquio pasional con el ser que crecía en sus entrañas, una infausta tarde decide hacerse un último chequeo médico en la posta mas cercana a su domicilio y con la inocencia de sus 19 añitos, cae en manos de una banda de asesinos miserables que sin miramientos ni piedad, “quitan” el bebe de su vientre como buitres asquerosos y malditos, para después tirarla a la vera de la autopista por Atocongo, amarrada en una sucia caja de cartón, como si fuese un bulto cualquiera. Estos asesinos que comprometen a un taxista, una obstetra partera y un médico asesino (no merecen ni que se les llame por sus nombres porque estas bestias abominables no tienen nombre) están en prisión pero con los jueces de nuestro asqueroso sistema judicial, ya están por salir. Ahora que el abogado del faenón Bieto Quimper, también esta metido en la absolución benigna del dueño de la discoteca “Utopía” en donde murieron cerca de una treintena de jóvenes promesas en lo profesional y futuro de nuestra patria; ellos, con todo el poder económico que sus padres tienen por su condición de clase media – alta y un expediente de casi 6,000 folios, se fueron al tacho de un solo plumazo, por una maldita llamada de la rata de Quimper al juez de la causa, que le impuso al propietario de la disco, una pena mas que benigna y desde hace buen tiempo, goza de inmerecida libertad.
Un habeas corpus tramposo
Del abogado más asqueroso
Don Bieto letrado carroñoso
Salvó a Azizollahoff del foso
Como sutil y ajeno licoroso
Quiso zafarse del acto luctuoso
Y como un tonto menesteroso
Pagó al bestial verrugoso
En el norte de nuestro querido Perú, un hijo noble y obediente, alimentaba terrible venganza en contra de su padre, porque según su criterio, éste nunca lo había atendido como un verdadero hijo, tenía tres hermanitos de otro compromiso que convivían con el, y en un momento dado, reclamó a su progenitor dos semanas de pago que según el le adeudaba por sus labores agrícolas, fue el detonante que desencadenó la mas sanguinaria cacería y muerte de toda una familia, primero dio muerte a su padre, luego a su madrastra y finalmente uno por uno fue quitándole la vida a sus inocentes hermanitos menores. “se me ha metido el diablo” dijo como descargo, pero este joven trabajador pasará el resto de sus días en la cárcel, por los crímenes que cometió. Desde su celda fría en una prisión andina, los fantasmas de los angelitos principalmente no lo dejan dormir y en su afiebrada mente alucina los terribles momentos de locura que vivió esos segundos fatales que le arruinaron la vida, llora y gime clamando un perdón que nunca llegará. En medio de sus terribles laberintos, una vida más se desquicia y por desatención de los padres que forman otro hogar sin ni siquiera conversar con sus otros hijos, logra este tipo de desenlaces apagando vidas inocentes en esta vorágine de pasiones que incluye la suya propia.
Por un momento de placer
Y con un hogar por rehacer
Muchos padres sin querer
Obligan pasiones por doquier
Buscando un único querer
Descuidan a sus hijos como ser
Con consecuencias de temer
Porque siempre han de perder
Que les parece
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