viernes, 23 de octubre de 2009

CRÓNICAS DE LIMA - Tauromaquia y tradición


TAUROMAQUIA Y TRADICIÒN

Bajo la custodia tutelar del cerro San Cristóbal, en el tradicional barrio bajopontino del Rimac, a la vera del río del mismo nombre, se yergue el coloso de Acho, es el coso mas antiguo de América y uno de los más señeros del mundo; el año de 1766 un 1 de enero y con el auspicio del Virrey Amat y Juniet, se realizó la primera corrida de toros en su albero, desde entonces hasta nuestros días, se han escrito épicas páginas llenas de heroísmo y entrega de los mas pintados carteles de espadas del mundo taurino, no ha habido ni habrá un solo torero del escalafón que no haya toreado en esta plaza por su categoría, su importancia y tradición manifiesta.

Bajo la serena magia de Manolete
Una tarde de avellanas y cohete
Su mano firme pulsa el estilete
Que blande certero cual tolete
Su tieso capote danza en molinete
Cual frío telón que tupe el sainete
Trágico final apaleó el banquete
Ya que la faena terminó en torniquete

Verdaderos maestros del percal y la muleta han paseado su gloria por las tablas de Acho, sangre, arena y sol ha sido la trilogía de siempre como augurio de una esplendida tarde de toros, estocadas de expiración a aliento contenido, orejas, rabos y hasta patas del bicho han premiado a los diestros triunfantes, y una “puerta grande” que es el paso hacia la gloria de leyendas e historia.
El juego eterno entre la vida y la muerte es constante en una corrida de toros, el miedo natural del espada tras la barrera le hace sacudir sus piernas con nerviosismo, fija mirada calculada en la puerta de buriles a la espera del astado, que airoso y desafiante sale a la arena presagiando su destino, busca a su “enemigo” por todo el anillo, el silencio del coso es cómplice y temido, en medio de esta afonía sale el torero de su querencia y reta al astado que presto acude al engaño, dos pases de tanteo y al tercero el matador se estira, alarga los lances hasta el punto mas eterno que sus manos alcanzan, gira su esbelto cuerpo como atrapando la embestida y su recelo, mientras el bicho pasa bufando en sus belfos iracundo ¡hay toro! se escucha tímidamente en el tendido ¡y hay torero! concluye la sentencia.

La silueta es esbelta del torero
Cual pincelada exacta de Forero
También la estampa es bella del fiero
Que estrella sus pitones al burladero
Lances de postín hace el cetrero
Son las estampas que yo mas quiero
Por mi afición igualmente muero
No de estocada, ni en un madero

Sujetan las banderillas el grosero morrillo, que sangra tenuemente por fijado varapalo, el clarín del jurado echa a los subalternos y queda el matador frente a la muerte, cita al “enemigo” a muleta limpia, quien acude noblemente al encuentro, la simetría del cuadro es perfecta, la sagaz mano del espada limpia el aire con el trapo rojo, barre con su ribera empapada de sudor y desasosiego la arena, mientas el pitón asesino tercamente persigue el engaño, sin encontrarlo nunca ni en sus extensas pezuñas que besuquea humillado, las radiantes pupilas guardan en su memoria los increíbles sucesos, el miedo contenido se suelta entre los entendidos, el grito ahogado de los ¡oooooooole! se suceden y entonces las tandas estallan en aplausos que brinda el respetable para dar respiro al animal y corta pausa al lidiador; luego del implícito descanso, la mano de la verdad arremete por naturales, el noble animal acude linajudamente, mostrando su casta, bravura y trapío a la espléndida tarde, en los tendidos los pañuelos blancos tiñen las graderías del coso solicitando indulto que el presidente de mesa acepta sin recato y perdona ala res premiándolo con la vida, entonces el matador arroja la espada a la arena y a mano calata cita por ultima vez al bravo que sale airoso.
A partir de este instante, se convertirá en padrillo y será el semen obligado para camadas de bravos a futuro, asegurando el brío y trapío de sus descendientes y muchas satisfacciones para el ganadero; el toro de lidia es una de las especies más asistidas y cuidadas desde antes de su procreación, e incluso hasta después de su muerte, son criados y seleccionados para morir en la arena de cualquier coso, genéticamente se les mejora toda su morfología, incluyendo cornamenta, testuz, morrillo, etc.

En este coso bicentenario
En octubre como corolario
Se juega morado escapulario
Para el más diestro y temerario
En un juicio ágil y sumario
Sin costarle nada al erario
Con cordura y sin estuario
No porfiemos al veterinario

No puedo dejar de mencionar a los movimientos de defensa de los animales, a los hipócritas defensores de “la vida” y alucinados visores de lúdicos circos romanos, candidos sensores lacrimales que se escandalizan ante esta tradición milenaria y no protestan por otras muertes mas cotidianas y crueles como semi clandestinas, el sacrificio diario de muchas otras especies para el sustento “humano” (y ahí también están incluidos todos estos especimenes), no justifican las corridas de toros de lidia, pero si merecen que los defiendan con el mismo candor y agresividad que exhiben, es época de tiempos cambiantes y si sencillamente no les gusta o se conmueven con la lidia en una corrida de toros bravos, ¡pues no asistan!, pero a quienes si nos deleita porque vemos arte y no muerte como la degenerada pupila de estos falsos quijotes, que nos dejen tranquilos con nuestra afición; es como quienes ven bichos basura en la tele y le complace y se relamen con su sarcasmo, ampayes y chismorrería, o sus casos “de la vida real” con empíricos actores salidos de los barracones y mas temidos callejones mostrando miseria humana que llegan hasta el lamido de axilas y otros, ¡ahí protesten! porque esos actos son mas espantosos y crueles que el célebre sacrificio de una res brava, en medio de la arena de un coso, esto para nosotros rima con la heroicidad de un guerrero que se sacrifica mostrando arrojo, entrega y valentía. Otra cosa, sin darse cuenta quizás, defendiendo "la vida" de este precioso animal los estan sentenciando a la extinción, porque... ¿quien criaría ganado de lidia, si no es para jugarlo en una plaza?

Como perro, pericote y gato
Mi vecino que es un mentecato
Sin conocimiento ni recato
Se junto con su amigo el chato
Luego con auras de timorato
Protestaron como un novato
Por la muerte de un lobato
Que murió de frío y calato

Que les parece

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