miércoles, 21 de octubre de 2009

CRONICAS DE LIMA - El Cristo de Pachacamilla


EL CRISTO DE PACHACAMILLA

Pedro Dalcón, un negro angoleño desembarcado en el Perú del siglo XVII, fue instalado como esclavo en Pachacamilla en 1650, a la sombra de su patrón y junto a otros negros africanos, compartían cabaña en medio de lamentaciones y cánticos en lengua nativa, como una forma de libertarse de las cadenas opresoras y añorando seguramente otros aires de libertad allá en su lejano continente, el duro trajín cotidiano en la labranza de la tierra, con faenas interminables de sol a sol y en feroz hambruna, su noble y buen corazón alcanzaba divinidad y perdón por los maltratos que recibía, mereciendo sublime grado de inmortalidad, al inspirarse para pintar un Cristo que solo existía en su mente, un Mesías capaz de liberarlo a través de su pincel y su pulso, un Dios justo y apacible que cure sus heridas del alma y mitigue su pobreza material con redenciones.
Fiel a su cofradía, Pedro fue tocado por mano divina y en una rústica y tosca pared de adobes, plasmó la imagen de un Cristo crucificado, pintado en temple barato cerca de una acequia de drenaje rural, este moreno iluminado, nos lega una efigie para la eternidad, sin estudios en artes ni pintura, hoy este sacro boceto, es adorado en todo el mundo, sus milagros y redenciones se cuentan por miles y cada día gana más adeptos.

Si María lo cobijó en su seno
A este negro angoleño
Qué bueno que tuvo este sueño
De pintar al Cristo moreno
Tal vez desde muy pequeño
Se rehusó a tener dueño
Y nosotros con el Nazareno
Decimos ¡Viva el Perú y sereno!

A las 4 y 44 de la tarde del 13 de noviembre del 1655, un terrible terremoto remece Lima y Callao, la virreinal ciudad de casi 35 mil pobladores (de los cuales 10 mil más o menos eran negros) es literalmente arrasada, templos y comarcas enteras son destruidos y desbastados, la zona de Pachacamilla no ajena a este fenómeno natural y cuyas viviendas y solares eran mayoritariamente de adobe, es también destruido, sin embargo la débil y enclenque pared, milagrosamente no presenta ninguna rajadura, produciéndose entonces el primer prodigio de esta sagrada pintura.
A partir de entonces, los milagros se hicieron cada vez más contados y comentados, los esclavos acudían masivamente y uno que otro noble avisado de su poder y gloria, también testificaron sus portentos curando sus males que la incipiente medicina de esa época no podía remediar; notificadas las autoridades eclesiásticas de la Vicaría General, en contubernio con otras autoridades políticas y en medio de conclusiones subjetivas y hasta racistas diría yo, un mal día del año en curso, deciden “borrar” la imagen del muro, ante la pávida asistencia de los esclavos circundantes; hubieron hasta tres intentos de este maligno acto que inexplicablemente abortaron por el poder del Cristo de Pachacamilla, hasta que desistieron de su intento.

Si Eva se creó de mi costilla
Por ella doblo mi rodilla
Más no por la negra Bobadilla
Que más parece una morcilla
A los negros los liberó Castilla
A quien casi la historia pilla
Pero a los zambos de patilla
¡Mi Cristo de Pachacamilla!

Luego el 1687 otro aciago terremoto destruye nuevamente Lima y Callao, y nuevamente la débil pared permanece de pie, los muros de su novísima capilla se derrumban y es entonces que se autoriza “copiar” la imagen en un lienzo para sacarla en procesión por las calles de Pachacamilla, iniciándose de esta manera las multitudinarias procesiones que hasta nuestros días se extiende; tanta fue su gloria que el año de 1715, es nombrado “Patrono Jurado de la Ciudad de los Reyes contra los temblores que azotan la tierra”.
A partir de ese momento, se oficializó los sagrados cultos al “Señor de los Milagros de Nazarenas” como se le conoce hasta nuestros días, en el mes de octubre, sus pesadas andas en hombros de sus cuadrillas de cargadores, sale de su templo ubicado en la Av. Tacna y Jr. Huancavelica, para impartir bendiciones a su pueblo y sanar a sus enfermos, se calcula que inicialmente con sus accesorios de oro y plata mas los demás agregados florales y otros, el anda pesa cerca de 2,200 kg. que hacen de sus penitentes estibadores, expiar sus culpas y pecados por la redención de sus faltas.

En octubre tus pecados
Deben ser perdonados
También tus males sanados
Si al Cristo son entregados
Más si te sientes excusado
Y por ahí, muy superado
Y al Nazareno has olvidado
Entonces ya estas condenado

Como experiencia personal puedo decir, que la energía que irradia esta sagrada imagen es increíble, los rostros se iluminan y las lagrimas acuden a tu agitada respiración, tus labios murmuran un perdón y tus manos se buscan en signo de ruego, mientras las gotas del llanto surcan mejillas entregadas a la misericordia y a la súplica, cuando lo tienes enfrente al paso del mar humano vestido de morado, es un sueño de éxtasis increíble, que termina cuando la venerable imagen a pasado, luego viene la calma y la paz en los corazones entregados, se renuevan los votos y la firme promesa de no cometer más faltas, pero…

Mi ponderado amigo Lolo
Que gusta de satisfacerse solo
En un responso del cura Bolo
Se transformó en un pololo
Cual seguidor de Apolo
Cuando mira debajo el polo
Las virtudes de la Dolo
El pata se queda virolo

Que les parece

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