La majestuosidad de la Corte Internacional de Justicia de La
Haya, que dilucida una demanda Peruana por la delimitación de una frontera
marítima con Chile, desde mi punto de vista ha sido sorprendida y desairada
(por decir lo menos) por la representación sureña, que terminada la primera
ronda de alegatos y sustentación de pruebas por ambos países, nos ha mostrado
la pobreza legal de sus testimonios y también porque han expuesto ante el mundo
una prepotente insolencia, al ensamblar “pruebas” sin sustento del derecho
internacional vigente y basados en mentiras o suponiendo que nuestra patria,
renunciaba a su legítima soberanía, en el mar donde justamente nuestro más
grande héroe Don Miguel Grau Seminario, les diera una lección de honor y
caballerosidad al rescatar a los tripulantes del buque chileno “Esmeralda” que
hundió el inmortal monitor Huáscar a su mando, en el combate naval de Iquique y
devolver las pertenencias personales de Prat a su viuda. Los tratados pesqueros
de 1952 y 1954, no fueron apoyo suficiente para sustentar la tesis chilena que
asegura delimitan tácitamente por el paralelo 18 grados y 21 minutos la
frontera marítima y que inicia en el hito 1 a mas o menos 200 metros del
litoral. Ésta sería pues, la primera frontera marítima en el mundo, que se traza desde tierra adentro.
Como si perder el tiempo fuera barato
Y esgrimiendo un banal contrato
Con un sustento por demás timorato
Chile pretende perpetuar su maltrato
Prepotentes en su uso y en su trato
Siempre mostraron gesto ingrato
Habrá que mostrarles, lo que es grato
La verdad arremangada y el aparato.
Cuando no se tiene la verdad, la bola de la mentira crece y
se dilata, cada vez que abren la boca los “eruditos” chilenos, el hediondo olor
a embuste se percibe en el pulcro ambiente holandés, y los jueces de distintas
nacionalidades que integran la honorable y prestigiosa Corte, no son ajenos a
este menoscabo. Siempre dije y lo sostengo, “no se puede construir sobre despojos”,
no dura, se derrumba, se cae. Del mismo modo, los huasos mapochinos, en el
colmo de la desesperación y el ridículo, han esgrimido un retrospectivo libro
de una editorial llamada “escuela nueva” tildándolo de “atlas” oficial, y que
por temas de espacio o no sé que, escindieron del mar de Grau, justamente la
zona en disputa. Aún falta una segunda ronda final, en donde en primer término
tendrán que responder ambos, una inquietante pregunta de uno de los jueces
(especialmente para los “rotos”), respecto a que si Chile, consideraba vigente
o legal, el tratado de 1954, porque no validó prontamente tal acuerdo mediante
su parlamento como corresponde al derecho internacional respecto al trámite
obligatorio que debe sustentar este tipo de documentos, fue sencillamente
porque nunca, ni ellos mismos consideraron dicho tratado como tal. Por la parte
Peruana, el Agente Allan Wagner Tizón, ha retado al representativo sureño, a
que muestren la firma del tratado de delimitación marítima y, entonces él y sus
pares se retirarían de la Corte vencidos. Pero nunca ocurrirá ésta escena,
porque ese documento no existe.
En una contienda tan visible
Con un tratado del mar invisible
Los rotos en pose incomprensible
Se aferran a un documento fusible
Sabiendo que la Corte es impasible
Y cuyos fallos, irreversible
Quieren hacer la farsa posible
Aunque su actuación sea risible
Dicho esta, con las cartas a nuestro favor sobre la mesa, no
podemos sentirnos vencedores, máxime si reclamamos lo que es nuestro y solo queremos
que la Corte de su veredicto salomónicamente, trazando una línea limítrofe equidistante
que restituya para el Perú, uno más de los despojos del invasor chileno desde
la guerra del pacifico, que inicie no del hito 1 como pretenden los huasos
sureños, sino de la línea de la concordia que se prolonga de éste coto. Pero no
va a ser fácil, a pesar que Piñera y Humala proclaman que acatarán el fallo y
se someterán a la jurisdicción de la Corte, diversas voces con los últimos ex
presidentes sureños a la cabeza, lanzan peroratas belicosas que otros actores
sobre todo parlamentarios y de la sociedad civil, secundan y arengan posturas
guerreristas que esperemos la comunidad mundial no permita. El Perú (como
siempre) será respetuoso de la sentencia, así no nos sea favorable en todos sus
términos, esa es nuestra tradición, así lo certifica nuestra historia.
Lo digo con espíritu contrito
Y lo quiero dejar por escrito
Como fiel y legal adscrito
Me adhiero al fallo como suscrito
Pero la delegación del arrierito
Que abrió la gesta como favorito
Tenía como Agente un pajarito
Que resultó al final ¡Condorito!
Que les parece.