domingo, 28 de octubre de 2012

EL PERÚ AL DESNUDO


Lo que ha ocurrido en La Parada el día viernes con crudeza y realidad, no es más que el atroz escenario  que vive la gran mayoría de peruanos en el día a día, se ha visto entre atónitos y espantados, como hordas de desadaptados y marginales, enfrentaban a las fuerzas de orden y los derrotaban clamorosamente, ensañándose salvajemente aún cuando los policías estaban caídos e indefensos. Pero esto, no solo ocurre o ha ocurrido en esta parte del populoso distrito de la Victoria de la capital Peruana, sino que ha sucedido también en Cajamarca con el desacato manoseado por la ultraizquierda de Patria Roja en el tema de la minera Conga, en Kiteni – Cusco, donde los narcoterroristas matan policías y soldados cotidianamente, derriban helicópteros, etc. Protegiendo los ductos de gas del proyecto Camisea, sino que también hay descontento que provocan huelgas y desenfreno en general, en un país que gracias a Dios “crece” no solo en lo económico, sino también en desánimo, desgobierno y miseria moral.

Se cosecha lo que se ha sembrado
Aunque sea fruto quebrado
Los Humala con gesto sobrado
Sembraron terror invertebrado
Huancavelica sin agua ni alumbrado
Miró con aspaviento asombrado
Policías muertos tras el alambrado
De la desidia que hoy ha cobrado  

Y la razón es una sola, el Humalismo etnocacerista del loquito Antauro, se rebeló a la autoridad de Toledo y Ollanta lo secundó (aunque después lo negó cual Judas Iscariote), pero ese gesto aparentemente inocuo, caracteriza hoy las huestes del gobierno que buscan en cada ocasión venganza al orden establecido, es un idioma mudo que nadie reconoce, pero que está presente en cada manifestación popular y que el gobierno no puede contener ni explicar, sometiéndose finalmente. Lo que quiero decir, es que los que votaron por el Humalismo, se ven traicionados por “su” gobernante que no da muestras del “gran cambio” y más bien se ven gobernados por su mujer a quien nadie eligió, pero que todos sabemos que ella es quien toma la decisión final, en problemas de gobierno y de la casa también. Con un podrido Poder Judicial que suelta a “Don Bieto” Quimper, a la rata del León alegre, que no investiga los negociados del hermanísimo, todo el mundo se cree con derecho a hacer lo que le da la gana, los taxis te llevan donde quieren y es imposible tomar un servicio de largo trayecto porque los choferes dicen que "no es su ruta". La foto del policía tirado semimuerto y los delincuentes que lo arrastran, grafica nítidamente lo que ocurre en el Perú. La autoridad por los suelos y los delincuentes campean.

Un país con la moral podrida
Se desangra lento por la herida
Mientras la hienas en su guarida
Aguardan su hora preferida
El congenio que asegura la brida
De un pueblo de gente aguerrida
Se vuelto frígida y aburrida
Con su gobierno de faz renegrida

Los titulares de letras ensangrentadas que pregonan; “salvajes” o “tierra de nadie” o “a sangre y fuego” o” terror en la parada”, solo viven la foto del momento, no analizan, no investigan y tienden a publicar la misma caratula para temas distintos. Lo que se ha vivido ese día, es cosa que acontece con cierta periodicidad y que más bien ese tipo de caratulas de tanto publicarse insensibilizan al pueblo, todos sabemos que la delincuencia hace tiempo que le ha ganado la batalla a la policía y es por eso que existe una inseguridad que se palpa en las calles, nadie duda que los jueces prevarican, que los médicos, enfermeras, maestros y policías incluidos están mal pagados, que una secretaria de congresista gana de 8 a 12,000 soles y que el congresista mismo “saca” cerca de 25,000soles. Pero ese pregón y diagnóstico es ya de cincuenta años atrás y nadie hace nada de nada. Hay un gobierno inoperante, maniatado, sin iniciativa, sin reacción, que creó expectativas de cambiar todo esto y la población en general se siente más engañada que nunca, sienten que ya están a medio periodo y tal como va la cosa, nada va a cambiar con Ollanta, o por lo menos los que votaron por el militar, nada van a sacar de la gestión de “su” Presidente. Esto es grave porque desbordan las pasiones y entonces no cerremos los ojos a una realidad palpable.

Lo que puede provocar la inoperancia
Son discursos de palabra rancia
Gestos apartados y repugnancia
Twiter intermitente y jactancia
Si es verdad lo de la abundancia
Saquemos al pueblo de la ignorancia
Pensemos mucho más en la infancia
Que eso sí, tiene importancia.

Que les parece.